lunes, 30 de septiembre de 2013

Lo más importante es la AUTOACEPTACIÓN.

Los animales del bosque, se dieron cuenta un día de que ninguno de ellos era el animal perfecto: los pájaro volaban muy bien, pero no nadaban ni escarbaban; la liebre era una estupenda corredora, pero no volaba ni sabía nadar... Y así todos los demás.
¿No habría manera de establecer una academia para mejorar la raza animal? Dicho y hecho.
En la primera clase de carrera, el conejo fue una maravilla, y todos le dieron sobresaliente; pero en la clase de vuelo subieron al conejo a una rama de un árbol y le dijeron: ¡vuela conejo!. El animal saltó y se estrelló contra el suelo, con tan mala suerte que se rompió las patas y fracaso también en el examen final de carrera.
El pájaro fue fantástico volando, pero le pidieron que excavara como un topo. Al hacerlo se lastimó las alas y el pico y, en adelante, tampoco pudo volar; con lo que ni aprobó la prueba de excavación, ni llegó al aprobadillo en la de vuelo.
Convenzámonos: un pez debe ser pez, un estupendo pez, un magnífico pez, pero no tiene por qué ser pájaro.

"Solo cuando aprendamos a amar en serio lo que somos, seremos capaces de convertir lo que somos en una maravilla".

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