jueves, 5 de septiembre de 2013

¿Pero qué está pasando con la sociedad?

Cuando se supone que la sociedad está avanzando, y que las cosas “ya no son como antes” nos damos cuenta de que cada vez incrementa más el número de mujeres maltratadas en manos de sus parejas, y lo peor, es que estos incrementos también se están observando en las parejas de  adolescentes… sí, aunque no lo creamos, hay muchísimos casos de este tipo… lo peor de esto es que ninguna chica adolescente piensa que pueda pasarles esto, incluso se piensa que es raro el maltrato con estas edades… pero esto no es verdad, todas nosotras estamos expuestas al riesgo de que una persona así se cruce en nuestra vida, aunque nos hayan dado en casa la mejor educación del mundo, y nos hayan enseñado un ambiente donde se respira igualdad, es más esas personas se alimentan de todo eso, nos hacen olvidar nuestros valores para imponernos los suyos…
Es verdad que muchos de los casos de hijos con este rasgo vienen de familias problemáticas donde el ambiente que se ha vivido ha sido uno por el estilo, pero no necesariamente es así…
Aunque en teoría la sociedad nos transmite cada día más el valor de la igualdad en nuestros colegios y centros de educación, si nos ponemos a analizar verdaderamente algunos factores que influyen más fácilmente a los niños, por ejemplo, desde la televisión, nos damos cuenta de que no es precisamente ese valor el que estamos transmitiendo, y que en muchos anuncios de televisión e incluso en algunos de los dibujos animados que los niños ven día a día, se proyecta la imagen de la mujer como un objeto, o como que está por debajo de la figura del hombre y tiene que ser protegida, etc… Por ejemplo, la mayoría de los anuncios de productos de mantenimiento del hogar, los anuncia una mujer, algunas series de televisión sobre familias, se mantiene el tradicional ejemplo.
Sin darnos cuenta, nosotros mismos educamos a nuestros hijos de esta manera, por ejemplo también a través de los refranes populares como “Los que se pelean se desean” y “Amor querido, amor reñido” o a través de los mitos como el de la media naranja.

Por esta razón, no solo debemos educar a las personas  para que sigan nuestros ejemplos o valores, sino para que sepan también, que factores de este tipo, pueden influir mucho en el comportamiento de las personas.

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